FSC-CCOO Postal | 13 septiembre 2025.

Ladran, luego cabalgamos

    11/09/2025.
    Ladran, luego cabalgamos

    Ladran, luego cabalgamos

    La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha vuelto a las andadas contra Correos. En un gesto tan insólito como antidemocrático, ha emitido un informe que confronta abiertamente con el Parlamento, que aprobó la enmienda postal incluida en la Ley 6/2025 a propuesta de Coalición Canaria, con un amplísimo respaldo que incluyó a los dos grandes partidos con opciones de gobierno, PP y PSOE que, por una vez, coincidieron en lo esencial: rescatar a Correos de la nefasta gestión del anterior presidente y consolidar el servicio postal público como un pilar estratégico y esencial del Estado. La enmienda da cumplimiento a los compromisos recogidos en el Acuerdo del 31 de julio de 2024, firmado por CCOO y UGT con el Gobierno, para garantizar la viabilidad y el fortalecimiento del Correo Público. 

    Fiel a su línea, se permite cuestionar lo que fue un acuerdo político y social de Estado, arremetiendo no solo contra el Gobierno y los sindicatos, sino también contra la propia soberanía del Congreso. Una osadía que delata más su sesgo ideológico liberal y privatizador, que cualquier atisbo de su pretendida independencia. El Gobierno, que es quien nombra a sus integrantes, haría bien en tomar nota y hacérselo mirar para los siguientes nombramientos.

    Como tantas veces, el organismo “independiente” vuelve a arremeter con saña contra lo público y, en particular, contra Correos. Critica la designación del operador público como prestador del Servicio Postal Universal hasta 2030, cuestiona la legitimidad de los nuevos Servicios de Interés Económico General (SIEG), rechaza la financiación pública prevista en el Acuerdo (400 millones anuales) y se queja de que la supervisión del SPU pase al Ministerio de Hacienda, privándoles de su “juguete” favorito para seguir con el eterno “pim-pam-pum” contra Correos. Todo ello con un aroma inconfundible: el de quienes actúan al dictado de los lobbies privados interesados en liquidar Correos.

    DESMONTANDO LAS FALACIAS DE LA CNMC

    • A la CNMC no le parece bien la designación de Correos como operador único del Servicio Postal Universal hasta 2030, y llega a proponer que el servicio se trocee por funciones o territorios para entregárselo a operadores privados. Conviene decirlo alto y claro: eso no es eficiencia ni neutralidad, es una privatización encubierta del servicio postal público, que dejaría el correo en manos del mercado y condenaría a las zonas menos rentables -tanto urbanas como rurales- a un servicio “low cost”, sin garantías de calidad ni de universalidad.
    • Tampoco le agrada a la CNMC que a Correos se le asignen nuevos Servicios de Interés Económico General (SIEG), una reivindicación histórica de CCOO, alegando que “atenta contra la neutralidad competitiva” y que “queda fuera de su alcance como autoridad reguladora”. La CNMC “olvida” que en países como Francia, Italia o Bélgica estos servicios se prestan de forma habitual con financiación pública; mientras que, en España, Correos ya los venía asumiendo sin respaldo alguno, cargando los costes directamente a los usuarios. Lo que de verdad le molesta a la CNMC es que, en cumplimiento de la Directiva Postal, el Acuerdo alcanzado armonice y europeíce Correos. Y nosotros, lejos de lamentarlo, nos felicitamos por ello.
    •  Y mucho menos tolera la CNMC que se modifique la metodología de cálculo del coste neto del SPU, lo que supone aumentar su financiación pública, alegando que tanto esto como los nuevos SIEG (400 millones anuales) serían “ayudas ilegales del Estado”. Lo que en realidad le incomoda al organismo “independiente” es que la supervisión del ámbito rural del SPU y de los SIEG pase a la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), dependiente de Hacienda, restándole a la propia CNMC ese “juguete” con el que, año tras año, recortaba las, ya de por sí insuficientes, asignaciones al fondo del SPU (110 millones en los últimos ejercicios). Mientras tanto, y se le olvida, miraba hacia otro lado ante el hecho de que la Comisión Europea autorizaba de manera reiterada una doble financiación al correo público en Francia, Bélgica, Italia o Chequia y otros operadores europeos. En suma, lo que este organismo “indepe” denuncia como ilegal en España, es en realidad moneda corriente en la Unión Europea.

    En resumen: que la CNMC ladre contra la enmienda no hace sino confirmar que el Acuerdo del 31 de julio de 2024 fue un acierto. Porque refuerza a Correos, consolida su carácter público y garantiza una financiación estable. Si incomodamos a los guardianes del liberalismo de salón, es señal de que vamos por el camino correcto. Y lo mejor -quizás de ahí su disgusto- es que ni la CNMC ni los operadores privados -ni otro actores afines- pueden recurrir una decisión que emana del Parlamento. Así que, como mucho, les queda el legítimo -y algo melancólico- derecho al pataleo.

    Ahora bien, ni Pedro Saura, ni SEPI, ni Hacienda -es decir, el Gobierno- deberían caer en la tentación de una autocomplacencia comprensible, pero prematura. Porque el Acuerdo Estratégico no se firmó solo para rescatar a Correos, sino para, además y sobre todo, transformarlo y reposicionarlo. La primera fase -rescatarlo sobre la base de lo público, con respaldo institucional y financiero- se ha logrado. Pero a la segunda -ganar actividad, diversificar ingresos, recuperar terreno y presencia- le queda un trecho.

    Y todos sabemos, sobre todo en política, que la autocomplacencia es el camino más corto para acabar “muriendo de éxito”. Más aún en el actual polarizado, electoral y volátil contexto.